Ventajas de las alfombrillas antideslizantes: seguridad, ahorro de costes y sostenibilidad

Las alfombrillas antideslizantes son mucho más que simples accesorios. Desempeñan un papel esencial en la logística moderna al aumentar la fricción entre la carga y las superficies de carga, lo que estabiliza las mercancías durante el transporte. Su uso adecuado reduce significativamente el riesgo de movimiento de la carga que puede provocar daños, accidentes o multas por incumplimiento. Además de mejorar la seguridad, las alfombrillas antideslizantes pueden aportar beneficios económicos tangibles al agilizar las operaciones de sujeción de la carga y reducir las reclamaciones y el tiempo de inactividad. También forman parte de un enfoque sostenible de la logística, porque muchas están fabricadas con caucho reciclado y son reutilizables durante largos periodos. Para las empresas que transportan mercancías por carretera, ferrocarril o mar, integrar las alfombras antideslizantes en su estrategia de sujeción de cargas ofrece una triple ventaja: seguridad, rentabilidad y responsabilidad medioambiental.

La función principal de las alfombrillas antideslizantes es mejorar la estabilidad de la carga aumentando el coeficiente de fricción (µ) entre la carga y el suelo del vehículo. En muchos casos, las superficies metálicas o de madera sin tratar tienen valores de fricción bajos (a menudo µ ≤ 0,2), lo que hace que las cargas sean susceptibles de deslizamiento bajo las fuerzas generadas durante el frenado, las curvas o las maniobras evasivas. Las alfombrillas antideslizantes, fabricadas normalmente con caucho reciclado de alta densidad, pueden alcanzar valores µ de 0,6 o superiores en condiciones adecuadas. Esta mayor fricción reduce las fuerzas residuales de sujeción necesarias y disminuye significativamente el riesgo de desplazamiento de la carga.

Al contribuir a una mayor estabilidad de la carga, las alfombrillas antideslizantes ayudan a las empresas a cumplir los requisitos de normas de seguridad ampliamente reconocidas, como la VDI 2700 en Alemania, la EN 12195 en toda la UE y los criterios de inspección en carretera definidos en la Directiva 2014/47/UE. Cumplir estas normas no es sólo evitar sanciones: es proteger a los conductores, a los manipuladores de carga y a todos los demás usuarios de la carretera de las graves consecuencias de las cargas no sujetas. La carga que se desplaza puede hacer que los vehículos vuelquen o pierdan el control, provocando lesiones, víctimas mortales e importantes daños materiales.

Más allá de la seguridad, las alfombrillas antideslizantes tienen un impacto económico directo. Las cargas que se deslizan pueden dañar la mercancía y el embalaje, lo que da lugar a reclamaciones al seguro, insatisfacción del cliente y costes de sustitución. Al impedir ese movimiento, las alfombrillas reducen estos riesgos y ayudan a las empresas a mantener un historial de entregas fiable. Además, como las esteras aumentan la fricción, reducen la fuerza de sujeción residual necesaria, lo que permite a los operadores utilizar menos correas de amarre o fuerzas de pretensión más bajas para cumplir los requisitos legales.

Esto tiene dos implicaciones de coste importantes: se necesita menos equipo de sujeción por viaje, y disminuye el tiempo necesario para cargar y descargar. Por ejemplo, el uso de esteras bajo los palés puede reducir a la mitad el número de correas necesarias. Un palet estándar de 1.000 kg con µ = 0,2 puede necesitar hasta 8 correas; con esteras que aumenten µ a 0,6, sólo unas 4 correas pueden ser suficientes en condiciones comparables. Menos correas significan una carga y descarga más rápidas, liberando personal y vehículos para más viajes y mejorando la eficacia operativa.

Además, las alfombrillas están diseñadas para reutilizarse muchas veces si se mantienen adecuadamente. A diferencia de los envases desechables o los elementos de sujeción de un solo uso, una alfombrilla antideslizante de calidad puede durar meses o incluso años, repartiendo su coste entre muchos envíos. La inspección y limpieza periódicas (eliminando el aceite, el polvo o los residuos) son esenciales para mantener su eficacia.

La sostenibilidad es cada vez más importante para las empresas y los reguladores. Las alfombrillas antideslizantes contribuyen a una logística más ecológica de varias maneras. La mayoría se fabrican con caucho SBR reciclado procedente de neumáticos fuera de uso (NFU). Esta reutilización desvía grandes volúmenes de residuos de caucho de los vertederos y la incineración y les da una segunda vida en un producto valioso. Según la Asociación Europea de Fabricantes de Neumáticos y Caucho (ETRMA), más del 50% de los NFU de Europa se reciclan en nuevos materiales y productos, incluidas las alfombrillas.

Además, las propias alfombrillas a menudo pueden reciclarse al final de su vida útil, cerrando el bucle en un modelo de economía circular. Al evitar los daños a la carga, las alfombrillas también reducen indirectamente los residuos de materias primas, embalajes y energía asociados a la refabricación o sustitución de mercancías dañadas. Esto apoya tanto los objetivos de responsabilidad social corporativa (RSC) como el cumplimiento de las políticas de contratación ecológica, cada vez más habituales en las licitaciones públicas y privadas.


  • Sujeción más segura de la carga: minimiza el riesgo de accidentes y lesiones.
  • Costes de sujeción reducidos: menos correas, carga/descarga más rápida, menos daños.
  • Ecológico: fabricado con materiales reciclados, reutilizable y reciclable.
  • Apoyo al cumplimiento: ayuda a cumplir las normas de seguridad y los objetivos de sostenibilidad de la UE y la VDI.